ARAZU (rezo)
NINGIR MAH INANNA
NINGIR NINGAL NINPUR
Llegó a tu altar para agradecer
Llego a tu altar.
Ningir Mah Inanna
Madre de vida,
dadora de amor y belleza.
Me presento ante ti silenciosa,
en vuestra paz, para encontrar la mía.
Llena de fertilidad mis semillas,
llena de prosperidad mi cosecha.
NINGIR MAH INANNA. X 3
Canalizado por Mercedes Cora.
Te rogamos, Señora de Señoras,
Diosa de las diosas,
Inanna, la reina de todas las ciudades
Tú eres la luz del mundo,
Tú eres la luz de los cielos.
En tu nombre de la tierra y los cielos se agitan,
Y los dioses tiemblan;
Los espíritus de los cielos tiemblan en tu nombre
Y todxs se celebrarán en tu honor.
Cuando tú lo ordenas los muertos vienen a la vida,
Y los enfermos de pie caminan;
Y nuestros pecados son sanados
Cuando se mira tu cara.
Oh, Inanna, gran Diosa de los cielos y de la tierra, en este sagrado equinoccio de primavera, nos reunimos en profunda reverencia y gratitud para celebrar tu gloriosa ascensión.
En este momento de equilibrio, cuando la luz y la oscuridad se encuentran en perfecta armonía, reconocemos tu poder transformador y tu papel vital en el ciclo de la vida.
Desde las profundidades del inframundo, has emergido con la fuerza indomable de la renovación, trayendo consigo la luz que disipa las sombras y el calor que despierta a la vida. En tu viaje, has enfrentado las pruebas más temibles, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la vida siempre resurgirán. Te honramos por tu valentía y tu sabiduría, que nos inspiran a enfrentar nuestros propios desafíos con fortaleza.
En este equinoccio, te pedimos que infundas en nosotros el coraje necesario para soltar lo que ya no nos sirve. Permítenos liberar viejas heridas y hábitos que nos retienen, para que podamos abrir nuestros corazones a nuevas oportunidades y experiencias. Que tu luz divina ilumine nuestras almas, guiándonos hacia la fertilidad y la abundancia que esta temporada de renacer nos promete.
En este tiempo sagrado, plantamos semillas de intención en el jardín de nuestras vidas. Con cada respiración, invocamos tu energía, deseando que florezcan la creatividad, el amor y la prosperidad en nuestros corazones y en nuestras comunidades. Que podamos ser testigos del milagro de la vida a nuestro alrededor, apreciando cada brote y cada flor como un símbolo de tu presencia.
Oh, Inanna, te pedimos que nos enseñes a vivir en armonía con los ciclos de la naturaleza, a comprender que cada final es un nuevo comienzo, y que la muerte es solo una transformación. Que al igual que la tierra despierta en primavera, también podamos despertarnos a nuestra verdadera esencia, abrazando nuestra divinidad y nuestro propósito.
Con gratitud, ofrecemos nuestros corazones, nuestras intenciones y nuestras oraciones, confiando en que tu luz nos inspire y nos transforme, como las flores que brotan en la primavera. Que tu amor nos envuelva y nos guíe, recordándonos que somos parte de un todo mayor, una danza eterna de vida, muerte y resurrección.
Oh, Inanna, en este ritual de ascensión, te honramos y te seguimos, comprometidos a vivir con autenticidad y valentía. Que tu presencia nos acompañe en cada paso de nuestro camino, y que en cada equinoccio, podamos recordar la poderosa lección de tu viaje: que siempre hay luz después de la oscuridad, siempre hay renacer después de la muerte. Amén.