El reverso de una de tablillas aparecidas con su nombre en el templo de Nanna en Ur contiene un texto que podría hacer referencia a su nacimiento. Dicho texto, según la traducción de Robert Rivas, reza así:
Mi madre sacerdotal me concibió; secretamente
Me trajo al nacimiento
Me colocó en un Arca, hizo trabar mi puerta.
Me confió al río, que no me hundió.
El río me trajo hasta aquí, el labrador,
Quien me condujo a ser su hijo…
Durante mi jardinería,
La Diosa Ishtar, me amó, y durante
Cincuenta y cuatro años
Mío fue el reinado.
Poema de la Sacerdotisa de Inanna Enheduanna
INNANA Y AN
Como un dragón has cubierto el suelo de veneno
como el trueno cuando ruges sobre la Tierra
árboles y plantas caen a tu paso.
Eres una inundación descendiendo desde una montaña,
¡Oh primaria,
Diosa Lunar del cielo y de la Tierra!
tu fuego sopla alrededor y cae sobre
nuestra nación.
Señora montada sobre una bestia,
An te da cualidades, ordenes sagradas
y tú decides
tú estás en todos nuestros grandes ritos
¿Quién puede entenderte?
INNANA Y ENLIL
Las tormentas te prestan alas,
destructora de nuestras tierras.
Amada por Enlil, tú vuelas sobre nuestra nación
tú sirves a los decretos de An.
Oh mi señora, al oír tu sonido
colinas y llanuras reverencian.
Cuando nos presentamos ante ti,
aterrados, temblando en tu clara luz
tormentosa,
recibimos justicia
nosotros cantamos, nos lamentamos y
lloramos ante ti
y caminamos hacia ti a través de un sendero
desde la casa de los enormes suspiros
INNANA E ISHKUR
Tú lo derribas todo en la batalla.
Oh, mi señora sobre tus alas
llevas la segada tierra y embistes
enmascarada
en una atacante tormenta,
ruges como una rugiente tormenta,
truenas y sigues tronando y resoplas
con vientos malignos.
Tus pies están llenos de inquietud.
En tu arpa de suspiros
yo escucho tu canto fúnebre
INNANA Y LA ANUNNA5
Oh, mi señora, la Anunna, los grandes
Dioses,
Aleteando como murciélagos delante de ti,
se vuelan hacia los farallones.
No tienen el valor de caminar
delante de tu terrible mirada.
¿Quién puede domar tu furibundo corazón?
Ningún Dios menor.
Tu malevolente corazón está más allá de la
templanza.
Señora, tú sedas los reinos de la bestia,
tú nos haces felices.
Tu furia está más allá de la templanza,
¡Oh hija mayor de Suen!
¿Quién te ha negado alguna vez
reverencia,
Señora, suprema sobre la tierra?
INANNA Y EBIH6
En las montañas en donde no eres
venerada
la vegetación está maldita.
Tú has convertido en cenizas sus
grandes entradas.
Por ti los ríos se inflan de sangre
y la gente no tiene nada que beber.
El ejército de la montaña va hacia ti
cautivo
espontáneamente.
Saludables hombres jóvenes desfilan
ante ti
espontáneamente.
La ciudad danzante está colmada de
tormenta,
conduciendo a los hombres jóvenes
hacia ti, cautivos.
Traducción de Robert Rivas